miércoles, 25 de julio de 2018

Harem Crossover no Kōkō | Capítulo 12 - Intromisión en el duelo

“¿Qué puedo hacer? He empezado con una mala estrategia. Si hubiera empezado yo quizás podría haber controlado a uno de sus monstruos y así poder tener ventaja. Menos mal que ahora estoy jugando en ataque. Aunque ojalá pudiera contar con la ayuda de Pablo y/o de mis amigas. Oh, Eli… Qué buenos tiempos cuando te aconsejaba. Pero ahora creo que soy yo la que necesita consejo. No, ¿qué dices, Nozomi? Concéntrate. Tengo que hacer algo con el monstruo de nivel 7 o mayor que me va a sacar…”
Seguíamos ahí, en el Mundo de las Sombras. Nozomi estaba enfrentándose a Jibril en un duelo de Yu-Gi-Oh al más puro estilo de Yami Bakura, y la Flügel jugaba con ventaja, teniendo 3900 LP frente a los 2800 de nuestra aliada. Y por si fuera poco, el combate se estaba torciendo exponencialmente.
—…invoco a Atenea. ¡Ja ja ja ja ja! Ahora estás perdida.
—¡Por todos los dioses! ¡2600 de ataque!
—¡Y no sólo eso! Por cada monstruo de tipo Hada que invoque en el campo, te infligirá 600 puntos de daño.
—¡No!
—¡Mantén la calma, Nozomi! —Gritó Kanan en el cementerio mientras se las veía con una horda de monstruos Fantastruco.
—A tomar por culo vuestra calma. ¡Ataco a tu Virus del Choque Tribal!
—¡Mierda! —Los LP de Nozomi bajaron peligrosamente a 1900.
Que ganas tenía de poder ayudarla, pero obviamente hasta que no invocase un monstruo humanoide que supuestamente me representara no podía acceder al duelo.
—Un momento —Interrumpió Nozomi—. Claro, ya sé que ocurre. ¡Me estás leyendo la mente!
—Vaya, ¡por fin alguien usando la cabeza! Sí, por eso he evitado tu estrategia de controlarme a mis monstruos con tus encantadores. ¿Y sabes qué?
—Esto… ¿Has terminado ya tu turno?
—Ah, es verdad. Venga, sigue.
Nozomi robó entonces la carta que necesitaba.
—¡Genial! Esto funcionará. ¡Activo mis Espadas de Luz Reveladora!
—¡Ah! ¿Qué…? ¿Qué…? ¡Joder! No puedo hacer nada para…
—Ahora tengo 3 turnos para sacar la carta que necesito para darle la vuelta al combate.
Durante ese y el siguiente turno colocó a la Doncella de lo Macabro boca arriba, equipada con la Vara Descartable, y luego a Lyna la Encantadora de Luz boca abajo y Jibril sacó un Invocador Nova, que fue destruído por la Doncella, haciendo que sus LP bajarán a 2100, mientras que la Doncella aumentó su ataque en 200 al derrotarlo (de todos modos Nozomi perdió 600 LP por el efecto de Atenea). Si se supone que Jibril puede leer la mente, ¿cómo es que no ha jugado esa carta en posición de defensa? Yo perfectamente habría hecho eso.
—Buena jugada, supongo.
—Yo más bien diría que ha sido un descuido.
—Quizás. Pero al haber destruído al Invocador Nova, ahora puedo invocar de modo especial a otro monstruo de tipo Luz con 1500 o menos de ataque, y con esto saco a mi Hada Arquera.
Curiosamente, Clarisse hizo el papel del monstruo que acababa de sacar, incluso aunque estuviera del lado de Jibril.
—¿Qué rayos?
—Ahora… —En estos momentos Nozomi tenía apenas 700 LP— Hada Arquera, ¡usa tu efecto para infligir 800 puntos de daño! Hasta aquí hemos llega…
—(...)
—¿Pero por qué no actúas?
—(...) ¿Me tomas por tonta? Estamos contra tí, obviamente.
—Entonces, Clarisse… —Intervino Nozomi— ¿Aunque seas un monstruo de Jibril…?
—¡Esa boca!
—¡No! Quiero decir… Que aunque representes un monstruo de Jibril, no estás bajo sus órdenes.
—¿No es obvio que estamos luchando contra esta idiota? Entonces puedo… —Empezó a apuntar contra Atenea.
—¡No, no, no! ¡Esto no estaba previsto!
—¡Un momento! Hay varias opciones… Podrías… Mmm… Lo mejor será entonces que ataques mi carta boca abajo.
—¿No es mejor hacer que pierda LP aunque yo vaya al cementerio?
—No, confía en mí.
—Ok…
De un flechazo la carta se volteó y salió Mari bajo el papel de Lyna la Encantadora de Luz.
—What the… Ah, que soy un monstruo de Yu-Gi-Oh.
—¡Toma el control de Clarisse!
—Onward!
De esta forma Clarisse se hizo aliada, pero sólo mientras Mari estuviera en el campo.
—Bah, yo ya sabía que habías colocado esa carta.
—¡Perfecto! Y aún tengo un as en la manga para recuperar a Kanan: mi carta mágica Revertir el Alma.
Kanan salió del cementerio hasta volver a la parte superior del deck de Nozomi, pero… Tras usar esa carta… Se abrió un portal.
—¡¿Qué…?! —Gritaron todas las presentes.
Del portal se asomó un monstruo de Yu-Gi-Oh conocido como Monstruo Loco D.D (Dimensión Diferente). Tras lanzar un horroroso alarido, se activó inevitablemente la carta mágica de campo “Mar de los Sargazos el campo de batalla D.D”. Este campo de batalla solo causa daño a todo jugador que invoca o tiene monstruos Xyz, pero no era el caso, pues el duelo era como los de Yu-Gi-Oh Duel Links. En su lugar la planicie del tablero de duelo se fragmentó aleatoriamente y se convirtió en una serie de islas flotantes, y en ellas surgieron más portales con más monstruos D.D.
—¿¿¿Será posible??? —Gritó Jibril cabreada— ¿Quién ha sido el capullo que ha osado jodernos el duelo?
—Bueno… —Dijo Nozomi— ¿No deberíamos hacer limpieza?
—O sea… ¿Que traigáis a toda vuestra pesca?
—¿Por qué no? Con estos monstruos D.D no hay manera de continuar.
—Está bien. Yo también de paso os ofreceré una aliada. Pero en cuanto hayamos resuelto esto retomaremos el duelo.
—Claro.
Entonces las duelistas colocaron cartas de monstruo para invocarlos y así traernos.
Después de mucho rato sin sentir mi cuerpo, desperté como Dharc el Encantador Oscuro, con lo cual no podía luchar con lanza y en su lugar tendría que usar un bastón. En cuanto a las otras compañeras que todavía no habían salido a escena, Dia era Wynn la Encantadora de Viento, Saki era Hiita la Encantadora de Fuego, Shiro era Aussa la Encantadora de Tierra y Sharena era Gracia Divina - Northwemko, esta última un monstruo de ritual y probablemente la unidad más fuerte de Nozomi.
—Buah, ¡con estas pintas me parezco a Veronica y todo! —Comentó Sharena.
—Estos cosplays son de una calidad excepcional —Dijo Saki.
—Ya, ya… —Murmuró Nozomi poco convencida— ¡Ahora a luchar por el bien de la INCRAN! Tan sólo os diré que al activar una carta mágica ha acabado desatando esto inesperadamente, no preguntéis por qué.
En cuanto a la aliada de la que hablaba Jibril, era nada más y nada menos que Tea Garden, del Universo Yu-Gi-Oh y amiga de Yugi Muto, que jugaba el papel de la Chica Maga Oscura. Ahora ya entendía perfectamente el por qué de la situación: Jibril había memorizado todos sus conocimientos sobre Yu-Gi-Oh con tan sólo analizar su mente.
—Vaya, ¿vosotros también habéis acabado en esa biblioteca tan rara? —Preguntó Tea desde el otro lado del campo.
—En realidad nos iban a atacar nuestro instituto —Respondió Saki.
—Entonces entiendo que estéis aquí luchando. Por cierto, yo soy Tea Garden, duelista. Y esa tal Jibril me ha robado mi deck.
—Yo soy Saki, directora de la INCRAN, el único refugio en el CrossWorld. Pero ya dejaremos las presentaciones para más tarde. ¡A las armas!
Comenzamos a luchar contra las huestes de la Dimensión Diferente armados casi todos como lanzadores de conjuros, no sin antes equiparnos con cartas mágicas de equipo para compensar los escasos 500 puntos de ataque que teníamos los encantadores elementales. Comencé a usar mi bastón oscuro, con el que podía controlar monstruos de atributo Oscuridad. Lanzaba bolas sombrías, provocaba brumas oscuras, y también usando el efecto propio de Dharc llegué a controlar un Buscador D.D. que me ayudó en combate. Por si fuera poco ambas duelistas nos ayudaban con cartas mágicas y de trampa.
Destruí con mi magia multitud de enemigos, pero me enviaron al cementerio un par de veces. No era tan doloroso como esperaba.
No tardamos mucho en despachar a todos los asaltantes, pero faltaba el Monstruo Loco. No podíamos derrotarle nosotros mismos, pues su efecto nos desterraría del juego inmediatamente, lo que implicaría… Acabar en un punto de no retorno.
—¿Alguna idea, duelistas? —Preguntó Tea.
Desgraciadamente, ni Jibril ni Nozomi tenían cartas mágicas o de trampa para destruir monstruos directamente. Significaba que tendríamos que cancelar el duelo.
—Me temo que no queda otra —Anunció Jibril—. No puedo dejar el Mundo de las Sombras así para reiniciar el duelo, y tampoco puedo permitir que os destierren. Venga, os sacaré de aquí, y retomaremos el duelo en nuestra realidad. Total… Creo que, viéndoos luchando contra esos invasores, me he dado cuenta de que he actuado de forma estúpida. Esto ya no es Disboard, es otro mundo, y no puedo imponer reglas así como así.
Intentó sacarnos con su halo, pero no hubo manera. No podía abrir un portal de vuelta al CrossWorld.
—¡Genial! Simplemente genial… ¡Alguien me impide abrir un portal de salida! Ergo, ¡nos ha encerrado en esta Dimensión! Hay que joderse. (...) —Se puso… Emmm, ¿adorable?— ¿Queréis acariciarme las alas mientras pensamos algo?
—Mmm… ¿Podríamos hacer que un monstruo como el Virus del Choque Tribal de Nozomi le derrotase? —Sugirió Shiro.
—¡Buena idea! Tan sólo espero recuperar esa carta cuando estemos de vuelta.
—No debería haber problema siempre y cuando no seáis vosotros los que sois expulsados —Explicó Tea—. De lo contrario sería muy complicado rescatar el alma de un humano.
La School Idol obedeció y atacó con el virus sin problemas a la Bestia Loca… Pero no se destruyó.
—Debe de haber una carta de efecto que le impida ser destruída.
—¿Quizás necesitáis… Esta? —Una voz femenina desconocida se oyó con fuerza.
Se abrió otro portal, y de ahí no salió un monstruo, sino una chica. Era Stephanie Dolah, de No Game No Life, y tenía cara de pocos amigos. Era la nieta del rey de los Imanity (los seres humanos de Disboard) y que acabó convirtiéndose en subordinada de Sora y Shiro. Tenía pelo rosa y grandes ojos azules, y normalmente era más Kawaii pero por desgracia parecía ser la auténtica enemiga, atendiendo su cara de mala leche parecida a la de Perla de Splatoon 2. En sus manos sostenía la carta trampa Agujero Trampa D.D.
—Estáis atrapados como ratas. La única forma de salir de aquí es usando esta carta… ¡Y que obviamente no os voy a dar!
—¿Y cómo es que Jibril no ha podido sacarnos? —Preguntó Dia.
—¿No es demasiado obvio? No estamos en el Mundo de las Sombras… ¡Sino en la mismísima Dimensión Diferente! —Se rió a carcajadas de forma maligna—. ¡Y ahora yo soy su nueva soberana!
—Eso explica por qué no podemos escapar —Dije.
—Qué cabrona… —Murmuró Kanan.
—¡¿Cómo… Osas… Decirme eso?! ¡AHORA VERÁS!
Alzó las manos. Un ruido horroroso se empezó a escuchar desde el suelo y luego emergió como un pez sale a la superficie. Seis torres surgieron de la superficie, cada una como representación de cada atributo de los monstruos de Yu-Gi-Oh: Fuego (火), Tierra (地), Agua (水), Viento (風), Luz (光) y Oscuridad (闇). Formaban juntas una forma hexagonal. Ah, ya veo… En Yu-Gi-Oh Duel Links había un evento conocido como Torre D.D., y cada una tenía un elemento distinto.
Así, pues, estas no son sino las mismas torres del juego, pero aquí lo que hicieron fue lanzarnos un doloroso rayo que nos bajó nuestras características a 0. Para que te hagas a la idea, imagínate que un rayo te cae del cielo y luego la electricidad te chupase la sangre de los vasos sanguíneos como si una esponja fantasmal te atravesara. No sé ni cómo llegué a sobrevivir a semejante vorágine. El cementerio no fue nada comparado con esto.
—Habéis roto —continuó— la regla 2 de los mandamientos de Disboard luchando aquí con cartas de monstruos. ¡Y ahora os condeno a…!
—Otra idiota… Con su paparrucha… de las reglas —Dijo indignada y malherida la arquera, pero la rabia le permitió actuar casi normalmente—.¡Pero vamos a ver, cerrada de mente! ¡Que no vamos a respetar vuestras reglas porque este mundo no es precisamente el Disboard ese o como se llame! —Tensó entonces el arco a duras penas— Calla tu maldita boca y danos tu carta o te acribillo como a una…
Stephanie dió un chasquido de dedos y un portal se la tragó. Poco después nos arrastraron con otros portales. Yo acabé en la cima de la torre de oscuridad atado con cadenas mágicas, junto con Tea. Supuse que a las otras encantadoras las enviaron a sus respectivas torres… Pero únicamente Shiro, que por algún casual no tuvo que soportar la ira de las torres, se quedó enfrente de la auténtica enemiga.
—No sé por qué, pero tengo la sensación de que me suenas mucho. Esa cara angelical…
—¡Es que soy yo, Shiro! Te vencimos en un juego y te convertiste en nuestra sirvienta. ¿Por qué ahora eres tú la que quieres dominarnos?
—Ya te lo he dicho, habéis roto las reglas. Ergo, merecéis un castigo severo.
—¿Y si te venzo en un juego que realmente sea permitido en Disboard, volverás a ser la de antes y nos sacarás de aquí?
—Mmm… Suena bien. Vuestra libertad si pierdo, ¡sino seréis mis vasallos hasta el fin de los tiempos!
—Tranquila. Como decimos Sora y yo… Blank nunca pierde.
Desde el exterior del tablero, Jibril y Nozomi se aburrían. Seguramente ya sabrían que no podían intervenir ni destruir directamente a Steph pese a su colosal tamaño. Sin embargo, la Flügel empezó a apuntarla.
—Tú… ¡Tú me metiste esa idea en la cabeza! Por tu culpa me hiciste pensar que en todos los mundos se tienen que aplicar las 10 reglas.
–Suena a excusa barata —Murmuró Dia desde la torre de viento.
—¡Es verdad! Os lo juro. No miento en absoluto. Pasado un tiempo desde que empezamos el duelo pensé: “¿Por qué había dicho lo de las reglas si estamos en el CrossWorld y no en Disboard? Aquí a lo mejor puedo volver a…”
—¡¡¡CÁLLATE YA, JODER!!!
Y así Steph volvió a usar el poder de las torres para atacar con un doble láser a las dos duelistas con todavía más potencia, hasta el punto de que perdieron el conocimiento.
—Muy bien. Empecemos con tu juego, Shiro. Shiro… ¡Shiro! ¡¡¡SHIRO!!! ¡Aaaaaah, mi cabeza!
—¡¿Qué te ocurre?!
—¡¡¡Decide el juego, ya!!!
—Mmm…
Estuvo pensándolo mucho tiempo, pero con todo lo que tenían a mano no se le ocurrió nada.
—Bien, entonces…
—¡Espera! Un juego sencillo como… Piedra, papel o tijera.
—¡Ni hablar! Tengo otro juego mejor, así que, si se me permite.
—Las reglas dicen que el anfitrión del duelo es el que decide el juego —Dije—. De nada.
Así que echaron tres rondas que Shiro ganó sin ningún esfuerzo gracias a su gran capacidad para el cálculo.
—¿Te he dicho que Sora me enseñó la estrategia necesaria para ganar?
—Sora… ¡Sora! ¡¡¡Aaaaaah!!! Cómo duele.
—¿Ahora recuerdas algo?
—¡¡¡NO!!! Dejadme en paz.
Aprovechando la confusión, Shiro robó la carta trampa que buscábamos y acababa de ganar limpiamente y nos avisó que regresaramos.
—¿Y cómo vamos a salir de aquí? —Pregunté.
—Si retiramos la Dimensión D.D del tablero —Explicó Tea—, las torres se esfumaran con ella.
—Allá voy.
Pero Steph no se dió por vencido pese a su derrota, y se adelantó.
—¡Me cago en todo! Serás mocosa… ¿De verdad voy a dejarte salir así como así?
—He vencido y tú has perdido. Así se como funciona.
—Esto es indignante. ¡Te reto a una revancha! Y el juego será con los monstruos esos de Yu-Gi-Oh pero de forma que no haya violencia alguna.
Con Jibril fuera de servicio sería imposible volver, así que no le quedó otra.
—Nos enfrentaremos a… ¡El laberinto D.D!