domingo, 28 de octubre de 2018

Harem Crossover no Kōkō | Capítulo 13 - Las seis torres

Centro de Control de la INCRAN.
Sara: ¿Habéis conseguido hacer algún contacto con Saki?
Elma: Negativo. Se deben de hallar en una dimensión aún más profunda.
Daraen: Es raro. Se metieron en esa dimensión conocida como Mundo de las Sombras, que según el Compendio… Digo, la Base de Datos de Dimensiones, pertenece al Universo Yu-Gi-Oh, lo cual es demasiado raro si tenemos en cuenta que Jibril es del Universo No Game No Life.
Sara: Pues no queda otra que dejar en sus manos salir de esa dimensión.
Anna: O quizás… ¿Yoshiko o Tohru podrían acceder?
Sara: Ojalá… Pero por intentarlo no perdemos nada.
Anna: ¡Perfecto! Prepara el megáfono, porque ahora… We are opened for business!
***
Las rocas flotantes del centro del tablero de duelo se recompusieron, al mismo tiempo que las torres a su alrededor empezaron a formar un campo de fuerza de un gradiente entre los 6 colores de sus elementos.
Steph, la nueva soberana de la Dimensión Diferente, y Shiro, la única aliada en pie, se iban a enfrentar a otro juego llamado Laberinto D.D debido a los caprichos de la primera.
—Te explico de qué va esto —Entonces la enemiga hizo aparecer un laberinto con dos niveles. Mientras lo creaba prosiguió con las instrucciones—. En este juego tienes tres vidas, y para ganar tienes que quitar al rival sus vidas a base de derrotar sus monstruos o llegar con al menos uno a la meta. Avanzas tirando dos dados, y en el tablero encontrarás varias trampas para entorpecer al rival, y dependen del nivel. También hay casillas para activar efectos positivos.
—Parece pan comido.
—Quizás. O quizás no… En fin.
—Duel!!! —Gritaron al unísono.
De momento sus fichas eran monstruos de nivel 4 y ninguno era en realidad alguno de nosotros.
—Tiro mis dados y… Avanzo 8 casillas. Tu turno.
Sería demasiado engorroso describir con exactitud el juego que se estaba llevando a cabo, así que haré un resumen. Shiro, después del segundo turno, había perdido su primera vida tras caer en una trampa que Steph había activado. Luego, en el quinto turno, Steph perdió su primera vida, todo gracias a una casilla que otorgaba una tirada extra.
Mientras jugaban, desde la torre de oscuridad, Tea y yo buscábamos una forma de liberarnos al mismo tiempo que estudiábamos el tablero y sus trampas, y comprendí que en el tablero había casillas con símbolos de las distintas torres, pero sólo en el tablero de Shiro. ¿Podrían liberarnos si caían ahí? Por desgracia no podíamos comunicarnos como ocurría en el duelo de Jibril. Tampoco podíamos hacer absolutamente nada atados, como por ejemplo hacer señas o usar el móvil. De momento solo podíamos esperar. Entretanto Tea y yo hablábamos.
—¿Este juego lo conocías, Tea?
—Claro. Recuerdo cuando estábamos en la isla de los duelos de Pegassus y estábamos ya cerca del final cuando nos enfrentamos a los hermanos Paradox. Bueno, yo no, lo hicieron Yugi y Joey juntos en un duelo doble. La diferencia es que ahí el único peligro era un monstruo conocido como la Sombra del Laberinto. Aquí parece que las reglas son más complejas y, además, no es un duelo per sé.
Pasado un tiempo, Shiro finalmente cayó en una casilla con la imagen de la torre de luz. Tras eso, al cabo de un rato empezó a vibrar el móvil que tenía en el bolsillo. Me estaban llamando, pero los grilletes me impedían cogerlo. Así que tuve que esperarme.
***
Mari: Conque esto es lo que hacían las casillas esas, ¿eh? Too obvious.
Sharena: Eso parece… Pero mientras salimos de aquí deberíamos contarles a los demás que hay una forma de liberarse de ese yugo. Y habrá que buscar a Clarisse…
Mari: Ve avanzando y ya te alcanzo yo.
Sharena: Faltaría más.
Mari intentó llamar al comandante, pero él no pudo coger su móvil dadas las circunstancias. La chica supuso que debía de ser porque seguían inmovilizados, al igual que habían estado ellas hace un momento. Acto seguido, alcanzó a la princesa de Askr bajando las escaleras.
El interior de la torre de luz (así como el del resto de las torres) era más inmenso de lo que parecía por el exterior, con una arquitectura de estilo divino, como si fuera sacado del Paradiso del Universo de Bayonetta. Como es obvio, estaba repleto de monstruos de dicho elemento, pero armadas con sus bastones, las chicas no tuvieron ningún problema para abrirse paso. Bajaban las escaleras y avanzaban por los pisos a la velocidad del rayo.
Cansadas ya de bajar y bajar, llegaron al último piso, donde les aguardaba un último reto.
Mari: Are you fucking kidding me???
Sharena: No podría estar más de acuerdo…
En la sala final les aguardaba el monstruo de luz Alfa Vylon, un mostruos artificial que emitía ondas magnéticas y que tenía toda la pinta de ser el jefe que aguardaba la salida.
Entretanto, Shiro seguía su partida con Steph. Había caído en una casilla en la que no había caído antes.
Shiro: Vaya, ¿para qué servirá esto?
Steph: De nada sirve aquí. Seguro que… De nada te sirve…
Shiro: (…)
La realidad es que el laberinto D.D estaba diseñado de forma tal que en el lado de Shiro tenía ventajas para sus aliados, mientras que las trampas de Steph les entorpecía. La trampa en la que cayó bajaba la defensa de los enemigos de luz y oscuridad durante un par de turnos. De nada le sirvió a las jugadoras, pero a Mari y Sharena les vino de perlas para abatir al Alfa Vylon, incluso aunque no poseyeran cartas mágicas para potenciarse.
Mari: No ha sido para tanto, por suerte. Salgamos de aquí.
Las dos chicas rubias alcanzaron la puerta, sellada con el kanji de oscuridad (闇). Sin comerlo ni beberlo, Sharena lo destrozó. Por fin eran libres, y con eso la torre de luz se había desactivado. El color amarillo del campo de fuerza donde estaba el laberinto se había disipado, lo que se tradujo en una ventaja para Shiro: una vida extra.
Shiro: Oh… No sé qué ha pasado pero lo agradezco.
Por el rabillo del ojo vio cómo la torre de luz se había liberado.
Steph: ¡Serás…! Ahora verás.
La enemiga cayó en una casilla que hizo perder la vida que acababa de ganar, haciendo que Shiro estallara en cólera en sus adentros.
Afortunadamente en el siguiente turno cayó en una casilla con una ilustración de la torre de viento.
Mientras tanto, a las afueras de la torre de luz…
Mari: Oye, ¿no se suponía que Clarisse era de tipo luz?
Sharena: Pues… Sí, qué raro que no la hayan transportado aquí. ¿Se la habrán llevado a otra torre?
***
Por fin yo y Tea nos liberamos de las ataduras y podíamos escapar. Aunque me acordé de la llamada que alguna de mis aliadas había realizado anteriormente, decidí no devolverla hasta salir de la torre.
Tras abandonar el piso superior, comprobé que la arquitectura interior parecía sacada del mismísimo Tártaro, con una enorme escalera de caracol con forma de serpiente que bajaba hasta el último piso. No fue difícil abrirse camino por la torre: yo controlaba monstruos como buen encantador de la oscuridad que era mientras que Tea se los cargaba con su Ataque de Magia Ardiente. Sin embargo, en los últimos pisos empezaron a aparecer serpientes enormes que supusieron una auténtica molestia con los láseres oscuros que emitían para cortarnos el paso. No era capaz de controlarlos con mi poder, así que no tuvimos otra que correr en dirección a la salida. No sin antes descubrir el poseedor de esas cabezas de hidra: el monstruo de oscuridad Ananta el Dragón Malvado.
—El jefe final, ¿eh? —Dije a pesar de ser consciente de haber dicho algo demasiado trivial.
***
Mientras ocurrían estos hechos, Steph llegó a una casilla bastante peliaguda.
Steph: ¡Genial! Si caigo en esta casilla tú y el r… Es decir, solo tú, pierdes un turno.
Shiro: Grr… Necesito otra vida extra cuanto antes…
***
En medio de nuestra batalla contra la hidra, me quedé paralizado durante un rato crucial, y Tea también.
—¿Qué rayos está pasando? —Pregunté justo antes de que una de las cabezas de serpiente me enviara contra la pared.
—¡No lo sé! —Poco después de decirlo, otra cabeza la atacó con su aliento venenoso.
—¡Cómo esto no se pase enseguida, la vamos a palmar! No quiero experimentar la… la…
—¡No nos rindamos, Pablo! Creamos en el corazón de las cartas.
***
Dia, atrapada en la torre de viento, se había liberado de sus grilletes y así empezó a escapar de la torre. Sin embargo, tras salir de la estancia, se encontró con que no había suelo más allá de la puerta que separaba del resto de las entrañas. Un tornado enorme rodeaba la sala y giraba ferozmente. Con la misma armonía que el fenómeno meteorológico volaban los monstruos del elemento que representaba la torre, pero uno en concreto se desplazaba a través del flujo de aire como si de agua se tratara: el monstruo Ciclón Destructivo, un extraño reptil hecho del elemento que representa.
Dia: Vaya, vaya… Estáis todos en el lugar equivocado y en el momento equivocado… ¡Porque os pienso erradicar!
Puede que a todos los convertidos en monstruos de Yu-Gi-Oh les habían quitado sus armas originales mientras estuvieran en el Mundo de las Sombras, pero había un accesorio que Dia había conseguido conservar de algún modo: el dispositivo tridimensional.
Era un regalo que otorgó Mikasa Ackerman, la soldado del Universo Attack on Titans que la entrenó en el arte de la espada y que incluso le enseñó a usar dicho dispositivo, el mismo que usó su maestra para acabar con numerosos titanes en su Universo junto con su hermano adoptivo Eren, entre otros soldados del cuerpo. Recordó las palabras que le dijo después de recibirlo: “Yo por siempre protegeré a Eren cueste lo que cueste, incluso aunque no esté aquí. Espero que tú hagas lo mismo con tu hermana, a pesar de que no la tengas cerca”.
Entonces se lanzó por el tornado y extendió los garfios hasta que se engancharon en las paredes y se abalanzó cargando su bastón contra el primer monstruo que pilló. Y así comenzó a controlar a tantos monstruos como pudo para usarlos como armas contra el Ciclón Destructivo.
***
Una garra gigante estaba acercándose con suma fuerza hacia mí cuerpo para herirme de gravedad. Pero en el instante en el que pensé que me iban a enviar al cementerio, la parálisis se había disipado y pude esquivar aquel golpe mortal.
Ya para rematar la faena, el jefe final recibió un debuff de defensa bastante importante. A partir de ese momento fue esquivar el aliento que emitían las cabezas y poco más hasta que destruimos al jefe.
Ya en la recta final Tea me pidió que parase antes de abrir la cerradura que nos tenía atrapados.
—¡Mira esta carta, Pablo! —Exclamó la duelista.
Me la dió y la examiné. Era una carta mágica conocida como Centro Oscuro, que permite desterrar un monstruo cualquiera, con lo cual podíamos quitarle una vida a Steph. Ya por fin salimos tras romper un sello con el Kanji luz (光) que bloqueaba la puerta, para luego salir de la torre y liberarla. Comprobé que el color morado se había disipado del campo de fuerza. Si tan solo Shiro fuera más expresiva seguro que habría sonreído, porque parece que cerró los ojos de alegría mientras murmuraba algo que no alcancé a entender.
—¡Pablo! ¡Tea! —Gritaron Mari y Sharena mientras se acercaban.
Nos preguntaron al llegar si habíamos visto a Clarisse pero respondimos negativamente. Seguidamente decidí activar el efecto de la carta mágica que habíamos obtenido para dar una lección a nuestra rival.
***
Mientras tanto, en el laberinto D.D, Shiro había caído en la casilla de la torre de agua tras recibir la vida extra. Steph tiró y no pudo hacer nada más aparte de moverse. A continuación, la chica aliada acabó en una casilla que aumentó el ataque de sus aliados.
Haber caído en la casilla de la torre de agua significó la liberación de Kanan. La suya era una torre caracterizada por enormes cascada y fuentes. Se oía un sonido emitido por un ser vivo acuático.
Kanan: ¿Eh? ¿Eso que oigo no será un delfín? (...) ¡Lo es!
La School Idol tuvo la fortuna de encontrar en la fuente del piso inferior un delfín de piel rosa con una joya en la cabeza, que en realidad es el monstruo Avatar del Espíritu Bestia Pettlephin. Los delfines eran los animales favoritos de Kanan, y sabía desenvolverse bien con ellos, hasta el punto de que incluso pese al aspecto poco común del mamífero acuático se ganó su amistad rápidamente, y así usó su poder de encantadora para que pudiera transportarla por las salas de la estructura montándose sobre su lomo.
Al principio consistió en bajadas de cascadas donde había también otros enemigos del elemento agua, pero a medida que se acercaba a la planta baja se empezó a formar un remolino en cuyo centro se situaba el jefe de la torre: el Dragón Señor del Océano - Neo Dédalo, un leviatán que capitaneaba a otros monstruos que eran sus esbirros: los Levia-dragón - Dédalo. Con bastón acuático en ristre y aprovechando el buff de ataque de Shiro, la School Idol y su montura cabalgaron el remolino para acabar con la legión de leviatanes.
Entretanto, Shiro había conseguido desbloquear la torre de fuego, con lo que Saki, la última aliada pendiente de liberación, se libró del yugo que la ataba. Aparte de mencionar que la torre tenía temática volcánica, no había mucho que destacar en la bajada de la directora, parecida a las otras ya descritas, aparte de que le tocó luchar contra el monstruo Fuego de la perdición volcánico, que era un reptil bípedo y con una cabeza de piedra con llamas que le salían de la cabeza.
Cambiando a la torre de viento, Dia había dado el golpe de gracia al Ciclón Destructivo, con lo cual activó su efecto a diferencia de los otros jefes: una gigantesca explosión eólica que no sólo volatilizó la estructura, sino que produjo daños colaterales a las torres contiguas, la de fuego y la de agua. Kanan, el delfín Pettlephin y Saki salieron por los aires, pero Dia salvó a las chicas abriendose paso entre los escombros con el dispositivo tridimensional. Por desgracia no pudo alcanzar al delfín.
Kanan: D-Dia… ¿Desde cuando usas esa… Clase de artefacto para volar?
Dia: Ah, me la enseñó… Alguien a quien debo que merezca la pena luchar en el CrossWorld.
Saki: ¿No será acaso Mikasa?
Dia: Pues… Sí. Pero ya te hablaré otro día sobre el tema, Kanan.
Kanan: ¿Has salvado también al delfín rosa?
Dia: ¿Qué? Oh, no…
El delfín había caído al suelo, y se había perdido en la distancia. Kanan no pudo hacer nada salvo soltar una lagrimita.
Saki: Que horror… Lo siento muchísimo, Kanan. ¿Pero con esto nos habremos cargado ya a Steph por nuestra cuenta?
Dia: Si la estrategia es destruir o desactivar estas torres, vamos bien. Ya solo falta la de tierra, y aquí la única de las nuestras que es de ese elemento es…
Kanan y Saki: ¡Shiro!
Dia: Exactamente. Pero antes deberíamos avisar a los demás.
La School Idol consiguió aterrizar cargando a las chicas enganchando los garfios por las torres que aún quedaban en pie y se reunieron por fin con casi todos los supervivientes.
***
—Veo que hemos salido de las torres, ¿eh? —Dije cuando por fin se reunieron Dia y las demás.
—Sí, pero falta Clarisse —Puntuó Mari.
—¿Adónde habrá ido? —Se preguntó Tea.
Antes lo decía, antes aparecía.
En un abrir y cerrar de ojos Shiro se intercambió con Clarisse, cediéndole el relevo. Si tenemos en cuenta que el campo de fuerza ahora emitía una luz de color marrón, parecía obvio que sólo quedaba la torre de tierra por liberar si es que queríamos salir de aquí, o vete tú a saber qué hará… La arquera hizo un gesto como si dijera: “Lo tengo todo bajo control”. Que curioso viniendo de alguien tan antipático.
***
Shiro: Voy a tir… Emmm… ¿Qué le ha pasado al tablero? No será…
Tras asomarse por una ventana, se dió cuenta de todo. El campo de fuerza. Las torres ya destruidas o desactivadas. El juego del laberinto que hace un momento estaba jugando. La senda que tenía que recorrer para volver al CrossWorld, o eso le decía su instinto. Así que sin ir más lejos comenzó su recorrido.
Para llegar a la salida de la torre de tierra había que moverse a través de una espiral de troncos huecos. Por el trayecto se topó con numerosos monstruos de tipo tierra, que derrotó o controló con sus hechizos. Ya hacia la mitad, cuando menos se lo esperó, una gigantesca mano le cortó el paso… Literalmente. Ante los ojos de la jugadora profesional se erguía el último jefe que debían derrotar para salir de la Dimensión Diferente: el Castigigante. Aquel coloso había dejado un corte en el camino como si estuviera hecho de mantequilla. No había salida. Shiro retrocedió irremediablemente hasta que el Castigigante agarró todo el tronco de árbol, impidiendo su plan B.
Cuando una mano enorme hecha de fango estuvo así de cerca de envolverla…
Una voz masculina le gritó al enemigo.
???: ¡Deja a Shiro en paz, cara de fango!
Shiro no dió crédito a sus oídos. Había dado por nula esa posibilidad, pero… ¡Era su hermano Sora! Sin razonar siquiera el por qué estaba ahí, intentó buscar una forma de salir.
Sora: ¡Un momento!
Sora hacía el papel del Guardia Misterioso, que poseía una lanza. Al clavarla en el suelo empezó a crecer una rama que le permitió escapar del tronco arrancado. Blank se había reunido en las circunstancias menos esperabas.
Shiro: ¡Hermano! Yo… No sé cómo… He estado…
Sora: No te preocupes. Pero ahora debemos derrotar a este armatoste de barro para salir de aquí.
Shiro: ¡Por supuesto!
Echaron a correr en dirección a la salida de la torre esquivando numerosas veces los puñetazos del coloso o incluso destrozando sus manos fangosas, a pesar de que estas se regeneraban al poco tiempo. El hermano mayor abría con su magia los troncos que atravesaban para vigilar por dónde iban mientras que la hermana pequeña devolvía cada ataque que les asolaba. Ni siquiera las trampas que activaba Steph desde fuera les afectaba.
Al fin salieron de los troncos y llegaron a la base, consistente en un lago en cuyo fondo se apoyaban los pies del enemigo. Comprobaron que era la fuente de poder del Castigigante y el responsable de su regeneración, así que ambos cortaron el problema desde la raíz resquebrajando las piernas. Con ello el último jefe restante se colapsó en un derrumbamiento, y con él la torre, por lo que rompieron el último sello antes de que el edificio entero se les viniera abajo.
***
Con esto las seis torres habían sido desactivadas. Lo habíamos conseguido. El campo de fuerza se había desactivado, pero en vez de dar una última vida a nuestro lado, el escenario entero empezó a temblar. El laberinto y las torres D.D comenzaron a desvanecerse en partículas doradas y flotaron sobre el escenario, sobre nuestras cabezas. Estas comenzaron a amontonarse y empezaron a formar una torre invertida que más bien parecía un obelisco.
Todos nos quedamos asombrados por el espectáculo.
Del obelisco salió un último monstruo, el Dragón Alado de Ra, que era del séptimo elemento de Yu-Gi-Oh y el más raro de todos: el divino. Este, con un láser, destruyó a la Bestia Loca D.D, el Mar de los Sargazos y también a Steph, cuyo cuerpo comenzó a desaparecer. Shiro y… ¿Sora? ¿Qué hacía aquí en la Dimensión Diferente? Es decir… Ambos corrieron a socorrer a Steph y el resto del grupo les seguimos.
—¡Steph! ¿Qué te ha pasado? —Sora agarró la mano derecha de la princesa, ahora con la misma cara de siempre.
—Yo… Yo… No puedo… Lo siento, Sora… Y sobretodo tú… Shiro.
—¡Debe de ser ese dragón dorado que ha aparecido sin más! —Clarisse le disparó una salva de flechas pero no le afectaron.
—Steph… —Empezó a murmurar Shiro— Puede que hayas intentado destruirnos, pero… Quiero que sepas que… Me lo he pasado genial…
—Shiro… Yo también. Espero que algún día… Podamos volver a jugar a este juego… —Sus piernas habían desaparecido— En mejores condiciones… —Desapareció completamente, dejando desolados a los dos hermanos jugadores, que creían que había muerto.
Cuando el tablero había vuelto al fin al Mundo de las Sombras, el dragón divino adoptó una forma de esfera, que comenzó a emitir unas ondas doradas que hicieron despertar a las duelistas Jibril y Nozomi para luego desaparecer junto con la torre divina.
—¡¿Qué ha pasado?! —Exclamaron ambas simultáneamente.
Les contamos todo los que acababa de pasar. El juego del laberinto, las seis torres, las desaparición de Steph. Sora también se presentó:
—Bueno, las que no me conozcáis soy Sora, y soy el hermano mayor de Shiro. Me encantaría contaros todo y de por qué me las he arreglado para llegar aquí, pero desgraciadamente hay cosas que deberéis descubrir vosotros solos sobre el CrossWorld. Lo único que puedo deciros es que… No andaré muy lejos. Pero para poder encontrarme deberéis llegar al otro lado, solo diré eso. Os deseo buena suerte intentando descubrir esa otra cara de la moneda, y tú Pablo, espero que tú y tu equipo lo consigáis —Pulsó unas cuantas veces la pantalla de su smartphone para hacer aparecer un portal—. Un placer haberos conocido.
—¡Gracias, tío!
—Nada, nada. Y cuidad bien de Shiro, ¿vale?
—¡Sora! No te vayas, yo… Sin tí…
Se quedaron ambos mirándose a los ojos durante un tiempo prolongado.
—Tranquila, volveremos a vernos en persona. Mientras tanto podemos seguir hablando por el móvil, ¿verdad?
—Sí, pero no es lo mismo…
—Lo sé. Y bueno, es hora de que me marche —Se le ensombreció el rostro—. Ojalá hubiéramos podido impedir que Steph haya…
El chico, con un nudo en la garganta, se fue por el portal y se cerró.
Jibril por fín nos sacó de la Dimensión D.D a través de su aureola y volvimos a nuestros cuerpos, en la biblioteca de Jibril. Cuando me reincorporé nuevamente, estaban Anna, Sara, Yoshiko y Tohru (que como dije anteriormente era una chica dragón del anime Kobayashi no Maid Dragon). Afuera el sol se estaba ocultando. ¡¿Habíamos estado todo el día en el Mundo de las Sombras?!
—¡Habéis vuelto! —Se alegró Anna— ¿Qué se supone que os ha pasado con Jibril?
—Digamos que… —Respondió la Flügel— Hemos arreglado nuestras diferencias.
Yoshiko estaba… Exaltada.
—¡No me puedo creer que yo, Yohane, haya sido incapaz de abrir un acceso a esa dimensión! ¡¡¡No me lo creo!!!
—Me tomaré esto como una pequeña venganza… Ji ji ji —Murmuró Tohru.
—¿Ha ido todo bien, Saki? —Preguntó la subordinada.
—Bueno… Ha sido un día muyyyyyy largo. Yo me voy a la cama. Ya hablaremos de esto en otra ocasión, Sara.
La chica se fijó en la nueva recluta.
—¿Y tú eres…?
—Yo soy Tea Garden, duelista. Y soy nueva en esto.
—Bienvenida a la INCRAN. Ya haremos más presentaciones mañana por la mañana.
Kanan seguía disgustada por lo ocurrido a Pettlephin.
—Nozomi, Jibril… ¿Por casualidad no tenéis una carta de un delfín rosa?
—¿Te refieres al Avatar del Espíritu Bestia Pettlephin? —Le respondió Jibril. Luego buscó en el deck de Tea— Aquí está.
La preocupación se fue en un momento.
—¡Qué alivio! ¡Gracias por conservarlo! ¡Dame un abrazo!
Y mientras Kanan abrazaba a la ángel, Nozomi le dijo:
—¿Terminaremos algún día el duelo o qué?
—Será un placer, pero eso sí. Será aquí sin más complicaciones. Y sobre la apuesta, con todo lo ocurrido, lo retiro completamente. ¡Pero dadme un móvil para mí, porfi!
Mientras salíamos afuera a volver a la INCRAN, me acordé de que aún quedaba un asunto pendiente.
—Oye, Clarisse. ¿Cómo conseguiste cambiarte por Shiro?
—Veras… Conseguí liberarme incluso antes de que Sharena y Mari llegarán. Evité a toda la chusma y cogí esa carta que creo que se llamaba Intercambio de Almas antes de que me viesen.
—¿Y cómo te liberaste?
—Bah, poca cosa… Y la verdad esta experiencia me ha enseñado a que intente evitar problemas innecesariamente, así que perdonaré a Dia.

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