Entre las cosas que diferenciaba la INCRAN (no ICA, como creía) de los institutos de mi país era… Que era una especie de academia militar, pero miles de veces mejor. Solo bastaba ver la ingente cantidad de chicas que ahora me iban a presentar, y probablemente lo amables que iban a ser, pero tampoco iba a confiarme en exceso. Juraría que antes de la llegada a este mundo (cuyo nombre propio todavía desconocía en ese momento) trataba de caerle bien a prácticamente todo el mundo, solo que no siempre lo había conseguido.
Y lo que es peor: era muy tímido.
Lo cierto es que todavía lo sigo siendo, pero como ya más o menos conocía a muchos de los personajes presentes, no sé, me inspiraba un poquito más de confianza para hablar con ellas. Pero bueno, volvamos a donde lo dejamos, que soy experto en enrollarme en mis propios monólogos…
Los altavoces de todo el instituto hicieron correr los avisos de Sara para asistir a mi primera reunión. Tras el anuncio, Anna, Saki y Sara me condujeron hasta el salón de actos sin miramientos. Durante el viajecito reconocí a otra tanda de chicas: Nico (Love Live), Delthea (Fire Emblem Echoes Shadows of Valentia), Mia (Xenoblade Chronicles X), Lylia (Pokémon Sol y Luna)…
De nuevo todas las féminas me miraron como si fuese su héroe supremo, lo cual estaba bien… Pero la verdad esperaba que ellas también supieran defenderse bien en los combates. Será que me gusta que las chicas sean fuertes y luchadoras… Aunque bueno, no les decía nada por cuestiones de timidez, y ellas tampoco me decían nada. Ni siquiera traté de escuchar sus conversaciones.
El salón de actos de la INCRAN se encontraba en el edificio principal, o sea, el aulario. La típica sala de cine de las que me gustan (salvo porque no es técnicamente un cine) con sus butacas escalonadas, su pantalla, su escenario, su ambiente oscuro… Mis superiores me habían llevado a la entrada a los bastidores, así que antes de comenzar eché una ligera ojeada tras una cortina a todas las integrantes del Instituto de un solo vistazo. Estaban agrupadas arbitrariamente, como suele ser habitual, sin clasificarse por universo de origen o algo parecido. Pude comprobar que había una mayoría casi absoluta de chicas de Fire Emblem, pero estaba bastante lejos y no podía ver el escenario con tranquilidad. Justo en ese momento ya estaba la directora en el atril, y me hizo una señal para que… Entrara en escena.
Los murmullos de las chicas se dispararon con mi entrada, algo que comprendía perfectamente: era el único varón de TODA la base.
—¡Orden! —Exclamó Saki. Al poco tiempo se hizo el silencio y comenzó su discurso— Gracias. Hoy es un día especial. El CrossWorld hasta la fecha solo ha acogido chicas provenientes de Universos anime distintos. Pero hoy se ha producido una excepción en toda regla. Por primera vez en la historia de este mundo, un varón ha sido convocado. Demos la bienvenida a Pablo Pérez, nuestro nuevo Comandante.
Saludé con la mano sutilmente; de repente, la sala estalló en aplausos y en “fangirl screams”. Alguna exclamó: “¡Cásate conmigo, Pablo!”, aunque no reconocí la voz, y supuse que lo decía de coña. En cualquier caso, aproveché para fijarme mejor en mi público.
En efecto, había una gran mayoría de chicas de Fire Emblem, al menos en el grupo de los videojuegos. Lissa, Daraen, Lucina, Corrin, Tiki (adulta de 3000 años), Nowi, Azura, Elise, Sakura, Camilla, Hinoka, Hana, Effie, Midori, Faye, Delthea, Celica, Mae, Cecilia, Palla, Catria, Est, Olwen, Clarine, Sanaki, Linde, Julia y… Oh, cómo olvidarme de la increíblemente hermosa Sharena. En fin, demasiadas para contar, y las que he nombrado no son todas las que están.
Ni siquiera me pregunté si se habían acostumbrado al siglo XXI, sino que pasé a buscar a las chicas de Love Live. No estaban las 18, solo estaban la mitad; esto es, 9 de ellas (5 de Aqours y 4 de µ's [se pronuncia Muse, o Myūzu en japonés]), y estaban todas mis favoritas: Ruby, Mari, Nozomi, Dia (se pronuncia Daiya), Maki, Riko, Nico, Yoshiko y Kotori. Ardí en deseos de conocer a las cinco primeras.
Seguí moviendo los globos oculares y reconocí a tantas féminas que mejor me abstengo de decir todos y cada uno de sus nombres. Ya iré nombrando a medida que avancen los hechos. Solo puedo confirmar una cosa: no estaba Palutena, diosa de la luz de Kid Icarus que durante 3 AÑOS fue mi única Waifu. ¿Cómo ha podido ser así? Habría dado cualquier cosa con tal de conocerla en persona, aunque ya no tuviera tanta devoción como antaño.
—Bueno, Pablo. —Prosiguió Saki— Creo que todavía no estás al tanto de lo que está pasando en este mundo, el cual se conoce como CrossWorld. Es un mundo olvidado que fue creado como lugar de reunión entre los Multiversos y…
—¡Me abuuuuuuurro! —Graznó Delthea desde su butaca (debía de estar más que enterada del asunto), y toda la sala se llenó de risas.
—Si me disculpas…
Sara ya estaba activando la pantalla gigante del salón mientras cargaba en su portátil una presentación tipo PowerPoint. Pensé en ese momento que debería sentarme un poco en vez de quedarme plantado como un maniquí delante de los preciosos pares de ojos de todos los colores del círculo cromático que me veían, así que pedí permiso a Anna para acomodarme en la butaca libre más cercana. Encontré un sitio libre entre Sharena, de pelo rubio y penetrantes ojos verdes; y Granizia, una hermosa Yo-Kai femenina humanoide de pelo azul con puntas blanquecinas recogidas en una coleta y ojos verde azulado (¿o azul verdoso?) con pupilas blancas. Ambas me recibieron con una gran sonrisa.
En el insti siempre trataba de sentarme al lado de alguna fémina como fuese, mas no recordaba ejemplos de ese tipo de sucesos. Traté de concentrarme, aunque una parte de mi cerebro deseó mirar los detalles de sus iris con detenimiento… Esto… Olvidad eso.
—No tenemos con claridad y exactitud todos los detalles del asunto, pero puedo confirmar que los dos Multiversos a los que pertenecemos están enfrentándose por separado a un problema del que no estoy autorizada a hablar. —En la pantalla gigante se mostraba una imagen de dos grandes Multiversos (Anime y Videojuegos [¿solo Nintendo o también se incluye… Algo más?]) como pelotas de playa, y en el centro estaba el CrossWorld, donde estábamos—. No sé si nos han librado de una guerra o de una epidemia de zombis, pero de un modo u otro alguien superior, quizás alguna deidad, nos ha apartado de nuestros Universos para llevarnos aquí. Parecía que era un lugar seguro, pero vivimos con peligros como la Tormenta Estelar o los intentos de asedio de enemigos traídos del exterior como, por ejemplo, los temidos Titanes de Attack on Titans o generales enemigas. —Cambió nuevamente la imagen de la pantalla y mostró en la mitad izquierda a un grupo de chicas anime entrenando para un combate, en la otra mitad había una especie de cápsula, parecida a las que usaban en Código Lyoko para acceder al mundo virtual de la serie— Por ello estamos aquí. Nuestro objetivo es intentar acceder a los Multiversos de origen para averiguar qué nos ha traído aquí. Para ello debemos prepararnos para el combate y tratar de encontrar el Anzen Kōdō (安全行動) o Salvoconducto para salir de aquí. Es el de deber de todas… —Me echó una ojeada para corregir la frase— …y todos defendernos, cumplir con nuestra misión y volver a tener una vida digna y segura en los Universos que nos vieron nacer. Gracias.
El público, incluido yo, aplaudió entusiasmado. No es que fuera el mejor discurso del mundo, pero nos había subido la moral… Aunque tenía dudas de si YO serviría para combatir, mas todo iba a llegar a su tiempo, así que aparté mis preocupaciones.
Tras la reunión por fin había llegado el momento de hacer amistades con las chicas. Tan solo esperé a salir de la sala, y allí me esperaban casi todas las féminas. Había tantas que no sabía por dónde empezar, incluso me sentía como cuando iba a un sitio donde no conocía a nadie.
La adorable Delthea fue la primera en hablar. Era hermana pequeña de Luthier, un mago de un pueblo de Zofia, en Valentia. Su pelo era castaño, recogido por una coleta gracias a un lazo amarillos; y los ojos eran también castaños, al igual que los de muchas de las muchachas de Fire Emblem Echoes.
—Vaya, vaya. ¿Este tío es nuestro nuevo jefe? No está mal, nada mal. —Acto seguido me guiñó un ojo.
—Esto… Hola Delthea, un placer. —Dije tratando de no parecer tímido.
—¿Conoces mi nombre? Wow, sí que soy popular.
—¡¿Perdona?! —Intervino Nico Yazawa, idol de Love Live de pelo negro y ojos rojizos. (Nunca pensé que esas dos tuvieran una conversación, al menos en el ámbito de lo canónico…)— ¡Nico es la idol más popular de todas! —Puso los dedos en las sienes. Sabía exactamente lo que iba a hacer— Nico Nico Nii!
Leí que una de las bromas recurrentes de su serie era que todos dejaran de hacer caso a la chica cuando decía que era la idol más popular. Ví que no iba mal encaminado, porque TODO el grupo se dispersó. Lo que faltaba. Yo al menos no me eché atrás, porque me pareció adorable y todo, así que no eché una jarra de agua fría al asunto.
—Bah, no voy a discutir contigo, Nico Nico Nii leches. —Acto seguido la maga echó a correr.
—¡Eh, ven aquí! ¡Vas a arrepentirme de decirme…! —Desde la distancia la idol se dirigió a mí— ¡Ah, un placer conocerte, y que también me conozcas, Pabloooooo! Nico Nico Nii!
—P-pero si yo no… —Suspiré— En fin. En verdad, sí que la conozco.
Y así desapareció, dejándome solo a la entrada del salón de actos. Pero eso iba a cambiar…
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